Dentro, fuera y lo que hay en medio: la vitrina como escaparate de arte

El anterior artículo publicado en esta sección trataba sobre Der vierte Raum, proyecto de exposiciones y actividades abiertas al público en un espacio privado que puso final a su programa a mediados del pasado mes de junio, con una performance en la que la compañera de piso que se había ido, dando lugar a la idea, se volvía a instalar en su habitación delante de todo aquel que acudió al last call. En Bremen hay otros offspaces –nombre que se le da en Alemania a aquellos lugares de exposición fuera del circuito institucional y comercial y que sirven a artistas emergentes de espacio de experimentación- y uno de los más interesantes es el Ausstellungsraum AD.

AD, como se le conoce popularmente –las siglas vienen dadas por el nombre de la calle, Am Dobben, es otro de estos espacios alternativos de exposición de arte, en el barrio culturalmente más activo de Bremen y regentado por dos estudiantes de la escuela de bellas artes. Andreas Bernhardt y Philipp Schneider se ocupan de la programación de esta sala desde hace poco más de un año y la han convertido en un lugar de referencia para los interesados en la creación más joven de la ciudad.

Se trata de un espacio especial por diferentes razones. Una de ellas es que el local que ocupa AD era anteriormente una carnicería con una vivienda en la parte trasera, como las tiendas de antaño. La propietaria del edificio es una historiadora del arte y, al jubilarse la persona que regentaba la carnicería, decidió destinar el local vacío a la exposición de arte contemporáneo, especialmente a la creación de los más jóvenes. Por esto se puso en contacto con la HfK (Hochschule für Künste) de Bremen y consiguió que la asociación de amigos de la escuela subvencionara parte del programa expositivo, a cambio de que fueran estudiantes de ésta quienes se ocuparan de las actividades de la nueva sala de exposiciones.

 

↑ Vista exterior de AD durante la exposición Suite / Boudoir, abril 2012

La configuración espacial del local no ha sido modificada. Así, existe aún la cámara refrigeradora –aunque sólo como habitación sin ventanas y con azulejos en suelo y paredes, y lo que era antes la tienda, con un gran escaparate. La vivienda en la parte posterior se conserva igualmente, de hecho uno de los dos responsables del espacio vive en ella, cosa que obliga a replantear la cuestión ya discutida en el artículo anterior sobre las fronteras entre lo público y lo privado en algunos espacios expositivos y en muchos proyectos artísticos actuales. Es precisamente el escaparate, la gran ventana de vidrio que separa el interior de la tienda de la calle, lo que ha dado lugar a un programa independiente de exposiciones que gira alrededor de la idea de la vitrina.

“Vitrinen” es el nombre que se le ha dado a esta serie que tiene por objetivo eliminar el horario de apertura y mostrar trabajos que se puedan ver desde la calle, aunque la sala esté cerrada al público en ese momento y sin importar lo que pase en el interior, más allá del vidrio. Así, puede ser  que el artista invitado decida transformar el escaparate en una caja cerrada, como si se tratase de una vitrina de museo herméticamente cerrada con un contenido independiente de su entorno, tal y como hizo Christian Bungies en la primera edición; o que el propio vidrio que hace de límite entre interior y exterior sea usado como soporte de un proyecto conceptualmente más abstracto y que sea posible ver como Philipp usa la sala como estudio cuando no hay exposiciones, como sucede actualmente con la intervención de Z. Schmidt.

 

↑ Motivo utilizado para las invitaciones a las exposiciones de la serie “Vitrinen”, vista de la calle desde el interior de AD

Otro offspace, este en Köln (Colonia), que utiliza la vitrina como espacio de exposición es Karat, un proyecto que ha recuperado catorce antiguas vitrinas para publicidad en el exterior de un aparcamiento urbano. Inaugurado el pasado abril, ha acogido desde entonces una exposición colectiva con artistas internacionales (Amanda Midori, de Brasil; Linda Baumsteiger, Bélgica; Matthew Randle, Reino Unido; Mercedes Mangrané, de Barcelona; entre otros) y dos más individuales, con Paul Leo y con el grupo Malo. En la ciudad alsaciana de Sélestat (Francia) hay una galería de nombre Schaufenster (alemán para escaparate) que, si bien no tiene forma de escaparate, utiliza esta idea como excusa para ofrecer una “vitrina dedicada al arte contemporáneo”, es decir un espacio en el que poder ver exposiciones desde dentro pero también desde la calle cuando la galería está cerrada.

Una galería alemana pionera en el uso del escaparate como generador del discurso propio del espacio es el Kabinett für Aktuelle Kunst Bremerhaven, que ha pasado a la historia por ser un espacio alejado de los grandes centros del arte –Bremerhaven es una ciudad portuaria de 112.000 habitantes en el norte de Alemania- por el que han pasado artistas que se han hecho mundialmente conocidos años más tarde (algunos ejemplos son Gerhard Richter, Bernd y Hilla Becher, Blinky Palermo y On Kawara). Además de por el olfato artístico de su fundador, Jürgen Wesseler, el Kabinett es conocido por haber expuesto trabajos que se habían realizado específicamente para ese espacio –una habitación rectangular de 35 m2 con iluminación fluorescente- y que se podían ver desde el exterior. El Museum für Moderne Kunst de Frankfurt am Main cuenta con una reproducción del Kabinett a escala 1:1, realizada por Gregor Schneider con el apoyo del sr. Wesseler, en el que se hacen exposiciones satélite.

 

↑ Pinturas murales de Blinky Palermo en el Kabinett für Aktuelle Kunst Bremerhaven, 1970

AD funciona de una manera parecida, bien que sin la actividad comercial del Kabinett, intentando que todos los proyectos que se realicen sean site-specific y que sean visibles desde la calle, ya sea como parte de la serie “Vitrinen” o como parte integrante del trabajo en una exposición convencional que utilice todo el espacio disponible. Se realizan entre cuatro y seis exposiciones al año, con artistas jóvenes –estudiantes aún o no- o de proyectos externos que se adecúen al espacio y al discurso de la sala. La última exposición que se ha podido visitar aquí fue la de Stephan Engelke, escultor de Mainz que trabaja con materiales de construcción modificados y que regenta, además, otro espacio similar a AD en su ciudad. Este otro offspace de Mainz, de nombre Ringstube, fue invitado a realizar una exposición-intercambio con trabajos de artistas de esa ciudad que habían colaborado o expuesto allí –la idea es que pase lo mismo con los artistas de AD en Mainz. La exposición se llamó Suite / Boudoir y consistía de dos espacios, la suite y el boudoir, en los que se podían ver ediciones de diferentes artistas jóvenes que trabajan en el medio de lo gráfico. La suite era lo que había sido la tienda de la carnicería, modificada por unos paneles que formaban un recorrido en el que se habían colgado algunos trabajos. El boudoir era la cocina de la vivienda de la parte trasera y estaba destinado a la contemplación en solitario de una sola pieza que se podía escoger de entre ocho más expuestas en un catálogo en la entrada.

 

↑ Vista de la exposición de Stephan Engelke, Baraque Baroque, mayo – junio 2012. Foto: © Michael Schmid

El Ausstellungsraum AD se encuentra en Bremen, Am Dobben 36 (28203). Anteriormente se han realizado en AD proyectos performativos de Anna Bromley y Jeremy Woodruff, de Hinrich Brockmöller; exposiciones colectivas con trabajos de artistas como Marieta Chirulesku, Anton Kokl, Jonas Maas o los mismos Philipp Schneider y Andreas Bernhardt que se ocupan de la sala y otros shows individuales como el de Winfried Virnich o el de Thomas Hornbach.

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