Por los caminos de Swab

El pasado octubre estuve en la novena edición de Swab Barcelona, feria internacional de arte contemporáneo. En la presentación oficial del catálogo se explica que el objetivo es mostrar galerías de arte contemporáneo consolidadas a nivel nacional e internacional y que presentan artistas nacidos a partir de 1970.

Desde el primer momento queda claro que es una gran galería donde se intenta vender, llamar la atención de mecenas y compradores, recordando vagamente al que podría ser una feria donde se expone cualquier otro tipo de producto.

Intentar captar posibles compradores no es criticable, pero creo que sí puede serlo la falta de obra más allá del interés de mercado.

Swab es una feria abierta a la que puede acceder cualquier interesado en el arte contemporáneo y por lo tanto se podría considerar el hecho de aportar algo más que la propia obra en cada espacio. Digo esto sobre todo por la importancia que tiene el dar un valor además de las obras que se exponen, también por un aspecto que considero fundamental en el panorama cultural y artístico actual, que es el interés por el carácter educativo o de aprendizaje.

La filosofía de la feria es presentar una gran galería compuesta de galerías, y por lo tanto se sigue el criterio de muchas de ellas que es mostrar y no explicar. Por lo tanto, solamente podrá saber de aquello el interesado en comprarlo.

El tipo de obra propuesto por cada galería es muy diferente, algo que considero un punto muy positivo de la muestra, por el hecho de poder recorrer por diferentes tendencias, miradas y técnicas diferentes sin movernos del mismo espacio, y sin estar tampoco en un museo.

Pero poniendo el foco en cada una de las obras considero que la muestra tenía un discurso muy directo, tal vez demasiado. Vi muchas metáforas, pintura realista crítica u otras obras que critican elementos de la sociedad de consumo convirtiéndolos en caricatura.

Por otro lado, me entusiasmaron ciertos artistas con propuestas que se caracterizaban por un gran discurso poético. Estos, en su mayoría eran orientales, de galerías de Tokio y Shanghái. Después de ver sus obras, pude pensar en conceptos como silencio, mirada, paisaje, fluído, descanso, tradición. Y realmente me quedé llena de sensaciones profundas y de reflexión…

Me interesaron profundamente artistas como Kurihara Jugo, de la Sun art Gallery (Shanghái, Tokio), que juega con la tinta china como elemento básico de su obra, remitiendo a formas naturales y evocando a un universo muy particular, donde reina la sencillez y las raíces.

Por otro lado, un colectivo de artistas muy presente en la muestra, Liu Dao (representando a la galería island6 de Shanghái) se imponía con su trabajo multimedia en el que mezcla representaciones de elementos tradicionales, como jarrones de porcelana china, de la que surgen elementos en movimiento mediante luz LED. Su obra inundaba un gran espacio respecto al de otros artistas, algo que bajo mi punto de vista está más que justificado.

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Butterfly Babe del colectivo Liu Dao. © Cortesía de la galería Island6

Por otro lado, en el mismo marco, veíamos como en el espacio de otras galerías como Pantocrator gallery, de Suzhou (China), se podía admirar otro tipo de obra muy importante dentro del marco de arte contemporáneo chino, como es la fotografía. La obra de Han Bing, del cual se muestran alguno de sus trabajos, invita a saber más de él, de acercarse a sus proyectos después de la visita. A partir de esto, visitando su página web y descubriendo su trabajo, lo guardo dentro de mi archivo de artistas a los que vale la pena seguir la pista. Del arte oriental me interesa el hecho de recurrir a la tradición y a la cultura ancestral para explicar y evocar, pero esto ya es un gusto personal.

Más allá de la exposición de obras, también formaba parte del Swab, diferentes programas paralelos como Focus Magreb, que proponía profundizar en el conocimiento de dinámicas culturales y artísticas que se están dando en Magreb, o el Swab seed, basado en proyectos independientes más allá del ámbito institucional y del mercado. Estas propuestas muestran algo que yo creo que debería impregnar todavía más la feria. La idea de dar a conocer el arte desde otros puntos de vista, podría estar más presente en cada una de las galerías presentes, generando una cercanía más grande con el espectador. Ya que se tiene la oportunidad de tener algunos artistas y galeristas in situ, ¿por qué no abrirse a preguntas o proponer interrogantes a los visitantes? No deja de ser muy distante la imagen del galerista sentado en una silla, esperando a que alguien le pregunte por el precio de una obra. Si las galerías siguen siendo así, no tienen por qué serlo este tipo de muestras.

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Swab Barcelona. Vista de la edición 2016. © Cortesía Swab

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ISSN: 2013-6781 Depósito Legal: B-03065-2010

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