‘Ruins in reverse’, muestra colectiva
1 de marzo – 24 de junio de 2013
Project Space de la Tate Modern, Londres (Inglaterra)
Comisariada por Flavia Frieri (Tate) y Sharon Lerner (MALI)
¿Ignoráis por qué razón las ruinas agradan tanto? – Se preguntaba el enciclopedista Denis Diderot cuestionando “fijación” que los románticos tuvieron en esas. Miles de años después, esta pregunta no nos parece para nada fuera de contexto, es más, resulta oportuno replantearla en relación a la muestra internacional que, desde el 1 de marzo del 2013, ocupa las salas del Project Space de la Tate Modern de Londres y que, siendo una iniciativa de la institución británica por desarrollar exhibiciones de artistas emergentes o recientemente establecidos en el panorama internacional, en esta ocasión, trabaja con la primera de las instituciones colaborativas de Sudamérica: el Museo de Arte de Lima (MALI).
Ruins in Revers / Ruinas del revés, posiciona – una vez más – el arte contemporáneo peruano en el punto de mira internacional: Pablo Hare, José Carlos Martinat y Eliana Otta – todos ellos peruanos residentes en Perú – comparten espacio con el británico Haaron Mirza, la argentina Amalia Pica y el italiano Rä di Martino que, aun teniendo orígenes diversos, viven – o han vivido – en Londres alguna vez. Flavia Frieri (Tate) y Sharon Lerner (MALI), comisarias de la exposición, son las responsables de poner en contexto a estos seis artistas que, partiendo de formatos – sobre todo – contemporáneos como el vídeo, el sonido, la fotografía o el archivo, ofrecen una visión universal de la “ruina contemporánea”.
¿Es posible que la sociedad capitalista haya repercutido también en la fisionomía y antigüedad de nuestras ruinas? Creo que no hace falta responder a esa pregunta. Estamos rodeados de “restos de arquitecturas humana” y, algunos de estos, no tienen más de 50 años de vida: ¿Son los avances tecnológicos? ¿La mala calidad de los materiales constructivos contemporáneos? ¿Las infraestructuras? Si, es cierto, todas esas cuestiones juegan su debido papel; Pero, sobre todo, el hecho que hoy en día nos permite hablar de la existencia de ruinas contemporáneas, tiene que ver con nuestro afán de gastar para comprar, esas ganas de destruir para reconstruir, de cambiar para mejorar… en una palabra y en mayúsculas: CONSUMISMO.
Los “románticos emergentes” se inspiran de un “sublime renovado”: esculturas de dinosaurios a la deriva, escenarios cinematográficos desolados, láminas de pared arrancadas, edificios con “nuevas personalidades” o sonidos distorsionados, restituyen – ahora – los paisajes con ruinas románicas, las antiguas catedrales góticas, o, los antiguos bustos griegos que tan representativos fueron para los románticos del siglo XVIII. De hecho, tampoco hemos ido tan lejos, parafraseando a nuestro colaborador J. L. Marzo, podríamos decir que la “Estética del tiempo” continua innata en nuestra cultura visual.
No parece sin embargo que el gusto por lo antiguo o la melancolía de un pasado glorioso sea – principalmente – el tema que la exposición pretende debatir. Sus comisarias, con el título que han escogido para la muestra, ya nos sugieren que tienen intención de ir más allá, ofreciendo –sin miedo- un discurso paralelo a nuestra actualidad: Ruins in revers/Ruinas del revés, son las palabras que, en 1967, Robert Smithson usó para definir el paisaje de Passaic (Nueva Jersey), en el que, los nuevos edificios, habían alcanzado el estado de ruina incluso antes de finalizarse su construcción: ¿Os resulta familiar?
↑ Uno de los proyectos que pueden verse en Ruins in Reverse: ‘Pintas’ (2013), José Carlos Martinat | Pintadas de logotipos de partidos políticos en campaña electoral extraídos de paredes en Lima (Perú) | dimensiones variables | Crédito de las fotografías: Revolver Galería